Creamos un documento base, con el fin de eliminar retrocesos y optimizar el tiempo, en el que reconocemos el sector al que pertenece la empresa para poder darle al personaje el ambiente y contextualización pertinente, la propuesta de valor, las necesidades del cliente y los usuarios, entre otros.
Empleamos una estrategia clara que inicia con la investigación y alineación de la propuesta con el requerimiento real del mercado, bajo los lineamientos gráficos y de comunicación de la marca.
Determinamos las cualidades físicas que identificarán al personaje, que hacen referencia a aspectos únicos que le darán un distintivo sobre otros personajes. Recordemos que el fin principal de esta creación es que el personaje represente la marca y que cree un vínculo entre el producto o el servicio y el usuario final.
Sabemos cuán importante es analizar cada detalle para verificar que su composición cumpla con los requisitos de identidad corporativa. Adicional, se parte de la personalidad del personaje para asignar una composición básica de figuras geométricas.
Después de tener un camino sobre el contexto, cualidades físicas y personalidad del personaje, damos paso a la creatividad gráfica para el acercamiento de la propuesta. Lo primordial es que provoque la empatía del público, para que logre identificarse con él y pueda prestar mayor atención a los mensajes que pueda estar acompañando.
Realizamos manual donde se explica a detalle el porqué de las características otorgadas al personaje. Se entrega un plano total donde se especifica su construcción, dimensiones y la sustentación de sus atributos y particularidades. Además, en las aplicaciones damos ejemplo visual de cómo se puede ver en materiales POP.
